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De nuevo hay esperanza. El próximo 6 de octubre Bloodbath lanza a la venta su nuevo LP: The Fathomless Mastery.Esperemos no ocurra un cataclismo antes.
Por que el Cavernario es a la lucha lo que Ozzy es al hevy metal
La lucha encabronadamente ruda y pozolera de la AAA se dejó ver este fin de semana en la tremenda madriza que se pusieron el Vampiro Canadiense y El Mesías, esto sin contar la chacaliza en pleno suelo que los nefandos "Sectarios" les proporcionaron. Hay muchos que objetan que la lucha es solo farsa, circo y chingatumadres, pero la realidad es otra: la sangre que se derramó dentro del polígno enjaulado demuestra lo contrario, además de constatar el deseo del pueblo por la sangre y la oportunidad que la lucha les ofrece para observarla con detalle y sin pesares.
La semana pasada me encontré en un bar a un amigo que estaba deprimido. Le dije: no chingues, aún hay esperanza, el viernes sale el nuevo disco de Metallica. Se levantó, me hizo una mueca y se fue a la barra a beber solo.
Después de aparecer Death Magnetic el viernes, todos los sitios de Internet se han apresurado para criticarlo. Su opinión no me interesa. Para mí es un disco que vale la pena; se trata de uno bueno. Puede que no tenga el mismo impacto que en su momento tuvo Master of puppets (1986), impacto que se pretendía este disco tuviera... Esos eran otros tiempos, ellos eran otros. Cliff Burton incluso aún estaba vivo.
Metallica ha sido una de las bandas de metal que más influencia han tenido en la música, incluso en mi vida. La autoridad de esta banda de L.A. continúa con este álbum que es particularmente actractivo. El acopio de riffs y melodías entre Hetfield y Hammett, combinado con la brutalidad del bajo de Trujillo y la obsediante batería de Ulrich, hacen de cada pista un ejemplar genuino y fresco de un metal que oscila entre el heavy y el trash.
La crítica especializada podrá decir lo que quiera. Yo soy uno de esos tipos deleznables a los que les gustó St. Anger (2003).