Patrañas, patrañas, patrañas...

Tener un blog me parece la cosa más estúpida. Abrí uno hace poco, entusiasmado, pero cambié mi dirección de correo y lo perdí antes de siquiera escribir algo. Me sentí aliviado. Pasaron unas semanas y me dije, por qué no? Entonces revisé algunos blogs para tener una idea de cómo hacerlo y me deprimí. Encontré sólo porquería: testimonios, confusiones, pedazos de vida apestosa, opiniones que intentaban ser simpáticas pero que no eran más que ridículas y remilgosas patrañas... Decidí establecer como mandamiento el no caer en lo mismo, es decir, no cometer la estupidez de tomarme las cosas tan en serio, sino tan solo "postear" sobre lo que considero relevante (y que seguro a nadie le importa) del rock, el metal particularmente, y la lucha libre. Si mis lectores no son más que mi novia, mis amigos y mi familia, me doy por satisfecho. La otra parte de la humanidad me importa un carajo. 

16.2.09

Así es, mamarrachos

Después de unos meses de ausencia debido a dificultades administrativas con la autoridad eclesiástica de la universidad laica a la que pertenece, el Cavernario está de vuelta. 

Para conmemorar este regreso el Cavernario anuncia que ya tiene su boleto para asistir al concierto de Opeth en la ciudad de México, (en la cual ahora radica), el próximo 29 de marzo. Considera a todo el que no tenga uno como inferior y malparido.

Así es de pinche exagerado el Cavernario. 

30.9.08

Eaten


Me levanté escuchando Wacken Carnage (2008), de Bloodbath, para adquirir un buen humor. Grabado en el 2005 en el "infamous festival" de Wacken en Alemania, esta pieza maestra del death metal es un gasto que vale la pena hacer si es que se es un hombre cabal. La fidelidad del sonido es excelente, y el despliegue musical de las estrellas del metal escandinavo no es menos. La brutalidad con que son azotadas las cuerdas de la guitarra por Nyström y Eriksson y las del bajo por el ahora un poco obeso Jonas Renske, junto con la voz de vikingo propia del gran Åkerfeldt hacen en conjunto un tributo a la old school del death metal, a los que han muerto en el camino y a los que continúan. El disco trae un DVD en donde se puede observar a estos individuos cubiertos de sangre constatando que Bloodbath es el supergroup por definición.
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De nuevo hay esperanza. El próximo 6 de octubre Bloodbath lanza a la venta su nuevo LP: The Fathomless Mastery.Esperemos no ocurra un cataclismo antes.

28.9.08

"Quién dijo que la lucha libre era de mentiras"


La lucha encabronadamente ruda y pozolera de la AAA  se dejó ver este fin de semana en la tremenda madriza que se pusieron el Vampiro Canadiense y El Mesías, esto sin contar la chacaliza en pleno suelo que los nefandos "Sectarios" les proporcionaron. Hay muchos que objetan que la lucha es solo farsa, circo y chingatumadres, pero la realidad es otra: la sangre que se derramó dentro del polígno enjaulado demuestra lo contrario, además de constatar el deseo del pueblo por la sangre y la oportunidad que la lucha les ofrece para observarla con detalle y sin pesares.

16.9.08

Algo de actualidad


La semana pasada me encontré en un bar a un amigo que estaba deprimido. Le dije: no chingues, aún hay esperanza, el viernes sale el nuevo disco de Metallica. Se levantó, me hizo una mueca y se fue a la barra a beber solo.

Después de aparecer Death Magnetic el viernes, todos los sitios de Internet se han apresurado para criticarlo. Su opinión no me interesa. Para mí es un disco que vale la pena; se trata de uno bueno. Puede que no tenga el mismo impacto que en su momento tuvo Master of puppets (1986), impacto que se pretendía este disco tuviera... Esos eran otros tiempos, ellos eran otros. Cliff Burton incluso aún estaba vivo. 

Metallica ha sido una de las bandas de metal que más influencia han tenido en la música, incluso en mi vida. La autoridad de esta banda de L.A. continúa con este álbum que es  particularmente actractivo. El acopio de riffs y melodías entre Hetfield y Hammett, combinado con la brutalidad del bajo de Trujillo y la obsediante batería de Ulrich, hacen de cada pista un ejemplar genuino y fresco de un metal que oscila entre el heavy y el trash.

La crítica especializada podrá decir lo que quiera. Yo soy uno de esos tipos deleznables a los que les gustó St. Anger (2003).