Patrañas, patrañas, patrañas...

Tener un blog me parece la cosa más estúpida. Abrí uno hace poco, entusiasmado, pero cambié mi dirección de correo y lo perdí antes de siquiera escribir algo. Me sentí aliviado. Pasaron unas semanas y me dije, por qué no? Entonces revisé algunos blogs para tener una idea de cómo hacerlo y me deprimí. Encontré sólo porquería: testimonios, confusiones, pedazos de vida apestosa, opiniones que intentaban ser simpáticas pero que no eran más que ridículas y remilgosas patrañas... Decidí establecer como mandamiento el no caer en lo mismo, es decir, no cometer la estupidez de tomarme las cosas tan en serio, sino tan solo "postear" sobre lo que considero relevante (y que seguro a nadie le importa) del rock, el metal particularmente, y la lucha libre. Si mis lectores no son más que mi novia, mis amigos y mi familia, me doy por satisfecho. La otra parte de la humanidad me importa un carajo. 

16.2.09

Así es, mamarrachos

Después de unos meses de ausencia debido a dificultades administrativas con la autoridad eclesiástica de la universidad laica a la que pertenece, el Cavernario está de vuelta. 

Para conmemorar este regreso el Cavernario anuncia que ya tiene su boleto para asistir al concierto de Opeth en la ciudad de México, (en la cual ahora radica), el próximo 29 de marzo. Considera a todo el que no tenga uno como inferior y malparido.

Así es de pinche exagerado el Cavernario.